Publicado por www.webgurkha.com el dia 04 Jul 2010

1. ¿Cómo definiría usted gobierno electrónico y qué avances al respecto se han hecho en el país?

El Gobierno Electrónico ha sido definido y redefinido una infinidad de veces, lo cual es saludable, porque es un indicativo de que se trata de una disciplina en constante evolución. Lo que sí me parece fundamental es que no se pierda el enfoque bajo el cual nació el concepto, que fue y debe ser siempre, cómo usar la tecnología para mejor servir y atender al ciudadano desde lo público.

Con respecto a los avances, en nuestro país hemos complicado mucho las cosas. Creamos, y me siento responsable de ello, una oficina de gobierno electrónico en la PCM (ONGEI) que no ha sabido transmitirle a la clase dirigente del país, la enorme importancia que tiene el e-gobierno para modernizar no sólo la gestión pública y por ende hacerla más eficiente, más veloz y menos costosa, sino que además, estamos perdiendo la oportunidad para transformar el país en aspectos fundamentales como la lucha contra la corrupción, la participación y vigilancia ciudadana, la rendición de cuentas, la transparencia en los actos públicos, la correcta gestión de proyectos de inversión pública, la administración de la justicia, el proceso de descentralización y algo fundamental, un acercamiento mucho mayor entre el sector público y la ciudadanía.

Lástima que ministros y viceministros estén ocupados siempre con temas más urgentes, cuando esto, que es y ha sido siempre verdaderamente importante, podría realmente transformar no sólo la gestión pública, sino además consolidar la democracia, la gobernabilidad y el proceso de descentralización en nuestro país.

2. Usted participó en la creación de la ONGEI (Oficina Nacional de Gobierno Electrónico e Informática). ¿Cuáles fueron los objetivos que llevaron a la creación de esta oficina y cuál es el trabajo que la ONGEI realiza actualmente?

Corría el año 2002, y el Estado se encontraba en pleno proceso de modernización. Yo puedo haber participado en la creación de la ONGEI como su primer jefe, pero la idea original es y será siempre de Verónica Zavala, que entonces dirigía el proceso de modernización del Estado desde la Secretaría de Gestión Pública de la PCM. Verónica, tenía clarísimo que no se podía hacer funcionar y mucho menos modernizar al sector público sin una agresiva agenda de gobierno electrónico y fue así como me invitó a liderar esta nueva oficina que estaba creando.

Decidimos diseñar una agenda de e-gobierno de todos y para todos. Se diseñó la estrategia de e-gob en mesas de trabajo donde participaron Estado, sector privado, academia, sociedad civil, etc., porque entendimos que el e-gobierno sólo tiene sentido si entendemos las necesidades de la ciudadanía y buscamos atenderlas desde un sector público que trabaja teniendo al sector privado como aliado estratégico. Por desgracia, eso cambió mucho y cambió con frecuencia. Hemos tenido demasiados jefes en la ONGEI, y esto ha minado por completo la credibilidad de la oficina, porque toma tiempo construir confianza y la ONGEI como ente público ha perdido la confianza interna, la de la sociedad y la de la industria.

Creo que es hora de ir afuera, ver qué hay, pero en base a eso, diseñar nuestro propio modelo de gobierno electrónico como con tanto éxito lo ha hecho Colombia. Dejemos el miedo atrás y emprendamos uno de los más importantes procesos de reforma que requiere nuestro país: la reforma de nuestra propia forma de gestionar el Estado.

3. ¿Cuáles son los principales “creencias” que existen en las instituciones respecto al uso intensivo de tecnología en la provisión de sus servicios?

Se cree muy erróneamente que la tecnología es una panacea que todo lo cura, y de esas falsas creencias, es también responsable el sector privado proveedor de tecnología. Por desgracia, en nuestro país todavía no entendemos que la ecuación proveedor-cliente para desarrollar el gobierno electrónico ha sido un desastre. Por ello, debemos incorporar el modelo de alianza público-privada que permita que el sector privado, que provee de sistemas de información al sector público, se transforme en un socio estratégico del Estado, que se arriesgue con él, como lo hace con las carreteras, los puertos, los aeropuertos, etc.

Para poder dar el salto cuántico en e-gobierno que el Perú requiere, necesitamos pensar “fuera de la caja”, salirnos de lo tradicional. Debemos reinventar toda la agenda nacional de Sociedad de la Información y e-gobierno, crear una agencia independiente pero poderosa, darle presupuesto, dejar que la manejen verdaderos tecnócratas, blindarla contra todo tipo de manejo o vaivén político, darle participación amplia a la sociedad civil, la academia y el sector privado, y transformar sus políticas en verdaderas políticas de Estado.

4. ¿Pueden ser las TICs herramientas capaces de fortalecer las relaciones Estado-ciudadano? ¿Cuáles son los aspectos positivos y los negativos de su aplicación para el sector público?

Las TICs pueden ser desastrosas en el Estado cuando se implementan como una solución ciega a los “problemas” que el Estado tiene con el ciudadano. Pero del mismo modo, las TICs, pueden transformarse en las más poderosas herramientas de atención ciudadana con las que puede contar el Estado. En plena Sociedad de la Información, no hay herramientas más ergonómicas, más cómodas, más económicas para atender a las personas y a las empresas. Para el ciudadano (incluyendo también a la empresa privada de todo tamaño) el Estado es uno solo.

Ya es hora de que dejemos de lado los ridículos y pequeños feudos de poder por los que los jefes de la administración pública luchan sin descanso, cuando por lo que deberían estar luchando es por mecanismos que le permitan al ciudadano disfrutar (sí, no me equivoco cuando digo… disfrutar) de una experiencia unificada, inteligente, proactiva de Estado que sea eficiente, multicanal (es decir, que corra en ventanillas, centrales telefónicas unificadas, celulares, webs, kioscos, radios, correo postal, hasta encomiendas si es necesario), que le permita a cada ciudadano del país ser atendido con amabilidad, respeto, proactividad, inteligencia, prontitud, en el idioma que hable (la tecnología no debe ir contra nuestra riqueza cultural) con las facilidades que él necesite (la tecnología es el mejor integrador para aquellos ciudadanos con discapacidades de cualquier índole) y donde esté.

5. ¿Cuáles considera que son variables necesarias para alcanzar la sostenibilidad y replicabilidad del uso de las TICs en el fortalecimiento de las relaciones Estado-ciudadano a otros niveles de gobierno aparte del nacional?

Creo que el gobierno nacional necesita generar políticas nacionales que verdaderamente destraben el desarrollo tanto de la Sociedad de la Información como del Gobierno Electrónico en el Perú. Como ya mencioné, hemos dejado de lado lo importante por lo urgente. Donde ha funcionado el gobierno electrónico, ha sido el gobierno nacional el que ha generado las políticas y los mecanismos, políticos, normativos y financieros para que luego el e-gobierno decante y brote, y se desarrolle a nivel sub-nacional y también, no lo olvidemos, en los demás poderes del Estado. Insisto, el Estado es uno, y el Estado somos todos. Si no funciona la descentralización, perdemos todos, no sólo el municipio o la región afectada y eso debería entenderlo el gobierno nacional.

Si los sistemas de información son herramientas fundamentales para la correcta gestión municipal o regional, si estos sistemas, además hacen lo mismo y todos además, de un modo u otro, deberán estar integrados con diversas entidades del gobierno central, me parece, por decir lo menos, ineficiente, reinventar la pólvora una y otra vez. Creo que es hora de que el Estado asuma de verdad su responsabilidad como ente rector del e-gobierno en el Estado y permita que la gestión pública avance y se modernice tanto, como lo viene haciendo la economía de nuestro país. No hacerlo generará un serio desequilibrio que puede tener luego consecuencias funestas.

Gobiernos centrales, regionales o locales ineficientes afectan la productividad de las empresas y de las personas de su entorno geopolítico inmediato y por ende, en lugar de impulsar el desarrollo lo afectan negativamente. La gobernabilidad misma se ve afectada cuando los gobiernos no son transparentes o participativos y como bien sabemos, todo esto se puede habilitar fácilmente gracias al gobierno electrónico. ¿Qué estamos esperando entonces?

[Pablo Bermúdez es experto en Social Media y Gobierno Electrónico y es director de Hashtag una de las empresas líderes en Social Media en Perú. Puedes seguirlo en Twitter]